Coronavirus

¿Se puede predecir cuándo caerán las curvas de contagios?

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Cuando comenzó la pandemia a principio de año surgieron fuertes debates sobre que debían hacer los países para evitar mayores daños. Primero fue China, luego Europa y finalmente el resto del mundo.

Veíamos en los medios como colapsaban los sistemas de salud, como se multiplicaban los casos y los fallecidos, haciendo saltar por el aire los sistemas sanitarios de los países más desarrollados del mundo.

Siempre se planteó que había que aplanar la curva, que había que evitar el desborde, y el único remedio conocido y aplicado a nivel mundial fue el aislamiento social para evitar los contagios exponenciales.

Los gobiernos progresistas pro estado estimularon los cierres de la economía tratando de contenerla con políticas subsidiarias. Los liberales trataron de mantener abierta la economía minimizando el impacto del virus, cerrando la mínima cantidad de actividades, fracasando a priori en contener las curvas y haciendo colapsar sus sistemas de salud. La primera foto de esas políticas mostro a los países anti cuarentena impotentes ante la suba de las curvas de contagios y multiplicando la cantidad de muertos.

Sin embargo, a medida que avanzaba la pandemia, los países que estimularon el aislamiento y suspendieron actividades frenaron los contagios, pero no lograron bajar la curva, los contagios y las muertes siempre fueron crecientes. Los liberales con un comienzo de la pandemia con altísima cantidad de contagios, tuvieron sus picos y luego bajaron las curvas y las muertes comenzaron a ser decrecientes.

¿Pero cuál es el momento que baja la curva? ¿Por qué unos países pueden contener el virus y en otros siguen creciendo los contagios?

Los liberales creen más en la “inmunidad del rebaño”. Los estatistas más en la “inmunidad del cagazo”. Quizá ambos tengan algo de razón, pero veamos que dicen los números.

En países como Suecia, Alemania, España, Estados Unidos, Chile, Brasil, Italia, que tuvieron crecimientos exponenciales de contagios y de muertos, las curvas han bajado. A un costo altísimo de vidas, pero lograron no solo aplanar la curva, sino que bajara drásticamente.

Hicimos un cálculo entra la cantidad de muertes y la población de los países y llegamos a la conclusión de que cuando se llega a un número aproximado de 0,060 por ciento de los muertos por el número de habitantes de cada país, en general la curva baja.

Pais        Población Muertes          Covid Ind
Suecia 10.200.000 5865 0,06
Brasil 211.000.000 140000 0,06
Espana 46.870.000 30500 0,07
Italia 60.500.000 35491 0,06
Argentina 45.000.000 11600 0,03
Chile 19.000.000 12500 0,07
Mexico 127.100.000 75000 0,06
Peru 32.000.000 31500 0,10
USA 330.000.000 200000 0,06
Mundo 7.700.000.000 1000000 0,01

*21 de septiembre de 2020

Hoy argentina tiene una cantidad aproximada de 13000 muertes a fines de septiembre de 2020 con una población 45 millones de habitantes, da una tasa de 0,03 por ciento de muertos por habitante. La proyección, si es correcta, indica que para que baje la curva está a mitad de camino.

Cada muerto es una tragedia, y hablar de estadísticas y curvas cuando estamos hablando de vidas humanas pone sobre la mesa la ética de las políticas públicas. Pero son necesarias para tratar de entender que pasa con la pandemia. En un mundo donde las políticas se definen por los infectólogos y médicos más que por los estadistas, poner en perspectiva algunas cifras puede ayudar a entender que pasa con la espiral de contagios enfrentando políticas pro mercado y políticas pro estado. Frente a la pandemia también hay ideología y ninguna política es neutra.

Este modelo intenta mostrar eso. Que si hay un índice estadístico de contagios que muestra cuando baja la curva, una política restrictiva evita muertes solo cuando impide que el sistema colapse, pero no evita contagios. Solo los ralentiza. Una población sin contagios tiene menos muertes a corto plazo, pero sin vacuna también la convierte en una población vulnerable y fértil para que el virus crezca. Y aparecerán los infectólogos que digan que no está demostrada la inmunidad, ni esta científicamente comprobado que no haya recontagios, pero las estadísticas si muestran que ante una x cantidad de muertes por población las curvas bajan. Y este número oscila entre el 0,06 por ciento y el 0,10 por ciento de la población.

Como dice la jerga popular, dato mata relato. Quizá entenderlo además sea un golpe al ego de muchos gobernantes que se ponen en el centro de la escena pensando que todo depende de ellos. Es probable que lo que está pasando con esta pandemia sea parte de un proceso natural, que lo único que podemos con tantas políticas y toma de consciencia es hacer más lento el proceso. Pero todo parece indicar que sin vacuna no podemos evitarlo.

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