Combinar. Aunque muchos países adoptaron esa estrategia, Argentina fue pionera en la decisión de combinar vacunas e incluyó varias fórmulas.
El trabajo demostró que la mezcla de fórmulas aumenta los niveles de inmunidad celular, la cual ayuda a evitar cuadros severos. En este punto, Sinopharm resultó ser más efectiva. Moderna fue el mejor refuerzo.
Hace poco más de un año, Argentina realizaba una apuesta arriesgada para enfrentar la pandemia: combinar vacunas contra el Covid-19 de diferentes plataformas.
Con el “diario del lunes”, se demostró que fue una buena decisión. Diferentes ensayos determinaron que cuando se mezclaban diferentes fórmulas mejoraban los niveles de anticuerpos.
Ahora un estudio realizado en Córdoba encontró que el éxito se extiende más allá. Las combinaciones también mejoran la inmunidad celular, esencial para conservar la “memoria” de las defensas, evitar el desarrollo de la enfermedad y disminuir las chances de un cuadro severo.
Los primeros resultados de ese trabajo fueron publicados como un preprint en la plataforma MedRxiv. Este tipo de publicaciones científicas no incluyen una revisión de expertos previa a su difusión.
El estudio es una colaboración entre investigadores del Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología (Cibici), de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y el Conicet, científicos del Instituto de Virología de la UNC y personal de los ministerios de Salud de Córdoba y de Argentina. También participaron investigadores de la Universidad de Zúrich, Suiza.
DOS CONFIRMACIONES Y UNA SORPRESA
Del trabajo se pueden obtener tres importante conclusiones. Primero, que la combinación de vacunas casi siempre redundó en una defensa más robusta. Segundo, que la vacuna de Moderna como refuerzo ofrece niveles de inmunidad superiores que otras fórmulas.
Tercero, y lo más sorpresivo, es que la fórmula de Sinopharm, muy utilizada en Argentina y en otras partes del mundo, logró mejores niveles de inmunidad celular.
“Sinopharm no da buena respuesta de anticuerpos, pero resultó muy buena a nivel de células T. Mientras los anticuerpos neutralizan la entrada del virus a las células, los linfocitos T ayudan a eliminar la células infectadas, por lo que evitan la enfermedad y contrarrestan la severidad de la infección”, explica Maccioni.
Según la investigadora, la respuesta inmunológica ideal surgiría de la combinación de Sinopharm con Moderna, un esquema que no se utilizó mucho. Sin embargo, Maccioni enfatiza: “Eso no quiere decir que las otras combinaciones hayan sido malas. Todo lo contrario, la mayoría funcionó mejor que los esquemas homólogos (dos dosis de la misma vacuna)”.
Gabriel Morón, investigador del Cibici, agrega: “Casi todas las combinaciones ofrecen una respuesta de inmunidad celular y de anticuerpos mejor que los esquemas homólogos correspondientes”.
CÓMO SE REALIZÓ EL ESTUDIO
Se analizaron las muestras de 497 pacientes, divididos en 16 combinaciones de vacunas. Las fórmulas utilizadas fueron: Sinopharm, AstraZeneca, Cansino, Sputnik V (componentes 1 y 2) y Moderna. Se tomaron tres muestras de cada paciente: de 4 a 12 semanas después de la primera dosis, y tras dos semanas y cuatro semanas después de la segunda dosis.
Se realizó un perfil específico de la inmunidad celular otorgada por las células B de memoria y células T. Las células B contribuyen a la memoria inmunológica. Se reactivan cuando ingresa el patógeno y “recuerdan” cómo producir anticuerpos específicos. Por lo tanto, niveles altos de este componente tras la vacunación son vitales para una mayor eficacia.
El refuerzo con Moderna fue el más potente. Mientras que Sinopharm como segunda dosis mostró los resultados más pobres en células B. Maccioni sugiere que esa puede ser la razón por la que Sinopharm no resultó tan inmunogénica.
En Argentina, no se aplicó como dosis de refuerzo. La recomendación fue aplicarse dos inyecciones de la vacuna china como si fueran una sola dosis y sumar un refuerzo con otra fórmula.
Otra parte de la inmunidad celular son las T, las cuales promueven la eliminación de células ya infectadas. Esto ayuda a disminuir las chances y severidad de desarrollar la enfermedad.
Las personas que recibieron una primera dosis de Sinopharm mostraron una mayor producción de estos linfocitos T, sin importar cuál fue la segunda dosis. La razón es que Sinopharm es la única vacuna de virus inactivado, la cual genera una respuesta frente a todas las partes del patógeno y no sólo frente a la proteína S, el blanco elegido por las demás fórmulas.
El siguiente paso es probar cómo funcionan estas combinaciones frente a las nuevas variantes del coronavirus. La hipótesis es que una inmunidad celular fuerte siempre nos protegerá mejor.
Maccioni asegura que fue clave el apoyo de la Provincia con insumos y reactivos para generar un biobanco con más de mil muestras de glóbulos blancos de personas vacunadas. También fue vital la colaboración con Nicolás Núñez, egresado de la UNC que estaba trabajando en la Universidad de Zúrich en una técnica conocida como citometría espectral, la cual permite estudiar al detalles la inmunidad celular.
IMPORTANTE APORTE A LA VACUNOLOGÍA
Hace más de un año, la decisión del Ministerio de Salud de la Nación de combinar fórmulas cosechó dudas de algunos sectores. Surgió a partir de un retraso en la entrega del segundo componente de Sputnik V y ante la amenaza de la variante Delta. No había evidencia científica potente sobre su eficacia y seguridad.
Maccioni sostiene que este trabajo avala la decisión. “Estamos realizando un gran aporte al campo de la vacunología. Estos resultados producidos desde Córdoba son los primeros sobre inmunidad celular en combinaciones tan variadas de vacunas contra el Covid-19″, asegura. Los investigadores creen que el estudio puede ser útil para tomar decisiones sanitarias que mejoren la eficacia de los programas de vacunación, especialmente en regiones con un suministro limitado de vacunas.