La votación en general obtuvo 37 adhesiones y 35 rechazos. En el debate, algunos senadores adelantaron que buscarán cambios en Ganancias, uno de los puntos que recibió más críticas. La jornada maratónica continúa con el tratamiento de cada título del proyecto.
Tras la ajustada aprobación de la Ley Bases, que volvió en segunda revisión y con varias modificaciones a Diputados, el pleno del Senado comenzó esta madrugada a debatir el paquete fiscal, un proyecto con varios artículos en puja relacionados, en particular, con la reactivación del impuesto a las Ganancias, el blanqueo y Bienes Personales, entre otros puntos.
Este proyecto se encuentra en una jornada complicada, ya que el tratamiento en particular de la Ley Bases generó un fuerte malestar dentro de la oposición dialoguista, predisponiendo mal a este debate e incrementando la incertidumbre en el Senado.
Con 37 votos a favor y 35 en contra, el Senado aprobó el paquete fiscal en general el dictamen para dar paso a la votación en particular por títulos.
Por su parte, en particular, se aprobó el Régimen de Regularización de Obligaciones Tributarias, Aduaneras y de Seguridad Social, el Régimen de regularización de activos y el Impuesto a las transferencias de inmuebles de personas físicas y sucesiones indivisas. Mientras que se rechazó el capítulo del Impuesto a Bienes Personales.
Rechazaron el capítulo de Ganancias
El Senado rechazó el capítulo V del paquete fiscal referido al impuesto a las Ganancias. Con modificaciones, en una reñida discusión en particular de la norma, los legisladores votaron en contra de la iniciativa propuesta por el oficialismo, que restituía la cuarta categoría y afectaba a un millón de trabajadores.
La aplicación del impuesto estaba prevista desde los $1.800.000 brutos para un soltero sin hijos. Cuando el exministro de Economía José Luis Machinea propuso la famosa “tablita” que establecía una rebaja de las deducciones en la medida en que la persona cobraba salarios más altos, la última categoría comenzaba desde los $120.000 anuales, que eran equivalentes entonces a u$s120.000.
La propuesta del paquete fiscal impulsado por el gobierno de Javier Milei indicaba que las escalas de las alícuotas serían más progresivas y se moverían entre el 5 y el 35%. El máximo podría aplicarse a partir de un ingreso anual de $36.450.000.
En ese caso, un asalariado con una remuneración bruta de $3.200.000 que no tenga deducciones ni por cónyuge ni por hijos, ni tampoco por gastos como alquiler o servicio doméstico, pagaría un impuesto mensual de $247.564,83.