Con la mirada puesta en la provincia de Buenos Aires, el Presidente endureció su discurso contra el kirchnerismo. Habló de caos político, acusó a sus adversarios de intentar desestabilizar y advirtió que la elección del 7 de septiembre marcará un punto de quiebre en la política argentina.
En un acto de campaña, el presidente Javier Milei lanzó duras críticas hacia el kirchnerismo, al que acusó de “sembrar el caos de manera descarada” con el objetivo de generar inestabilidad. Aunque no hizo mención explícita al escándalo por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad, el mandatario advirtió: “Nada nos va a asustar. Si terminamos con el déficit de 123 años en un solo mes, qué nos va a hacer que jodan durante dos meses y se vayan definitivamente”. Con tono combativo, Milei acusó a sus opositores de estar desconectados de la voluntad popular y de promover proyectos que buscan debilitar el ajuste fiscal.
En ese mismo marco, denunció agresiones a militantes de su espacio y prometió poner fin a lo que llamó “patotas kirchneristas”. “Kirchnerismo, nunca más”, remarcó desde el escenario. Además, sostuvo que “contra los kirchneristas no hay diálogo posible” y que el próximo 7 de septiembre será una fecha decisiva para la estrategia electoral de La Libertad Avanza: “Si llegamos a ganar en la provincia de Buenos Aires, vamos a clavar el último clavo del cajón del kirchnerismo”.
Milei también apuntó contra el sistema electoral y alertó sobre maniobras para torcer la voluntad del electorado. Habló de “boletas en cadena”, compra de votos a través de punteros y candidaturas testimoniales. “Se va a votar con una boleta que permite el fraude, no con la boleta que impuso el gobierno liberal”, criticó.
Al referirse a la situación económica, defendió su gestión y aseguró que “tocamos fondo en el primer trimestre de 2024 y a partir de ahí la economía se empezó a recuperar”. Según su diagnóstico, el país está hoy en niveles de consumo similares a 2011 y con perspectivas de crecimiento: “En 20 años cuadriplicaríamos el PBI y seríamos una gran potencia mundial, pero no habría que esperar tanto: en los primeros 10 años entraríamos al pelotón de los países desarrollados”. También reivindicó la reducción de la pobreza, al afirmar que su gobierno permitió que “6 millones de personas que no comían ahora coman, y dos millones de niños hayan salido de la pobreza”.
El mandatario dirigió fuertes cuestionamientos al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, por la carga impositiva y la situación provincial. Ironizó con los “Ingresos Brutos del bruto” y lo calificó de “enano soviético”. Según Milei, la administración provincial destina millones de pesos a “políticas de género y pauta oficial” mientras “las escuelas y hospitales se caen a pedazos”. En ese sentido, planteó la necesidad de frenar de manera urgente el avance de lo que considera un modelo que sofoca al sector productivo y condena a la provincia al estancamiento. “Nos quieren esclavos. No pueden permitir que exista una alternativa a la esclavitud fiscal. Su única propuesta es destruir todo lo que tocan. Así como el Rey Midas convertía en oro todo lo que tocaba, ellos convierten en miseria todo lo que tocan”, lanzó.
Mensaje a la militancia libertaria
Durante el acto, Milei se tomó un tiempo para elogiar a dirigentes de su espacio, como José Luis Espert, a quien definió como un “vanguardista en la defensa de la libertad”, y agradeció especialmente a su hermana Karina Milei, “el Jefe”, por su tarea de organización nacional. También destacó el trabajo de Cristian Ritondo y Diego Santilli en el armado bonaerense.
Cerró su discurso con un mensaje directo a su militancia: “La Libertad Avanza o Argentina retrocede. Cada uno tiene que ir y hacer su tarea, ir por gobernadores e intendentes para que nuestras reformas se sientan en todo el país”. Y concluyó con una frase que buscó marcar el pulso de su campaña: “Make Argentina Great Again”.