Hasta que la muerte los separe… o los mantenga unidos…
Un matrimonio que llevaba 65 años juntos, falleció el pasado 11 de enero, con tan solo unas pocas horas de diferencia, tomados de la mano, en una residencia de Oakville, en Missouri (Estados Unidos).
Su primera cita tuvo lugar en el Halloween de 1955. “Fueron a un pequeño restaurante y nunca se separaron desde ese día”, dijo Sue Wagener una sobrina a la que había criado el matrimonio. Seis meses de esa cita después se casaron.
Harriet, que padecía demencia, se encontraba internada en un hogar de ancianos después de que se fracturara la pelvis y la cadera al tropezar en la calle mientras paseaba a su perro. Jack siguió viviendo en su casa, pero una caída que sufrió en septiembre pasado provocó que lo internaran a él también en el hogar de ancianos.
El pasado 11 de enero, al ver que eran las últimas horas de vida de ambos, las enfermeras que sacaron los muebles de la habitación de Jack para meter la cama de Harriet, facilitando que pudieran pasar juntos esos momentos.
Así, los dos fallecieron en la residencia de Oakville, tomados de la mano.
Jack murió a las 3.34 y Harriet, que no paró de llorar desde ese momento, murió a las 23.53 del mismo día.
