La cifra se desprende de una encuesta realizada por Unicef. La insuficiencia en los ingresos generó a su vez una reducción del 67% en el consumo de carne y del 40% en la ingesta de frutas, verduras y lácteos.
Más de un millón de niñas, niños y adolescentes en Argentina debieron dejar de comer alguna comida diaria por insuficiencia de ingresos en su hogar, una situación que también afecta a tres millones de personas adultas del país, según un informe presentado este miércoles por representantes de Unicef, que destacaron a su vez la importancia de sostener respuestas universales, no condicionadas y “sin miradas punitivas”.
Se trata de la Encuesta rápida sobre la situación de la niñez y la adolescencia 2022, realizada entre el 12 y 30 de junio pasado a través de un cuestionario vía telefónica a una muestra de 1.626 hogares con niñas, niños y adolescentes (NNyA) de Argentina.
Según este relevamiento, la inestabilidad laboral y la insuficiencia en los ingresos de los hogares son los principales determinantes de que el 7% de los NNyA y el 19% de las personas adultas debieran dejar de comer alguna comida diaria (desayuno, almuerzo, merienda o cena).
Carnes y verduras
La insuficiencia en los ingresos generó a su vez una reducción del 67% en el consumo de carne y del 40% en la ingesta de frutas, verduras y lácteos.
Asimismo, el 36% de los hogares con chicas y chicos dejó de comprar algún alimento por no tener dinero, indicador que llega al 50% en hogares que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar, hogares numerosos, con jefatura femenina o endeudados.
En esa línea, una de cada dos mujeres afirmó no recibir la cuota alimentaria y el 63% solo la perciben de forma esporádica, lo que supone una “presión adicional sobre los ingresos”.
Uno de cada tres hogares no puede cubrir gastos corrientes
El relevamiento registró también que uno de cada tres hogares no puede cubrir sus gastos corrientes y el 50% no puede solventar los gastos escolares, mientras que uno de cada cuatro hogares dejó de ir al médico o al odontólogo.
En ese sentido, Luisa Brumana, representante de Unicef Argentina, aseguró que “el sistema de protección de ingresos sigue siendo un pilar central para proteger a las familias en situación de mayor vulnerabilidad”.
“En situaciones de crisis económicas, el Estado debe garantizar que la niñez y la adolescencia sea protegida a través de presupuestos y políticas inclusivas que les permita salir de la pobreza y la indigencia”, sostuvo Brumana y apuntó que, según la encuesta, el 55% de los hogares con niñas y niños es alcanzado por alguna medida de protección social, lo que tuvo “un impacto clave en mitigar los efectos de la crisis”.
Durante la presentación de estos datos, los representantes de Unicef aseveraron que se debe avanzar en respuestas “universales y no condicionadas”, desde un enfoque de derechos humanos.