Los Romero y por consecuente Inés Liendo, sufrieron nuevamente una derrota en los comicios del pasado 13 de agosto, a pesar de que Bettina puso a disposición el “aparato”. Nada sirvió.
La saliente intendenta había acordado con Rodríguez Larreta, en un intento por mantener el control de Juntos por el Cambio en Salta, apoyando la lista que encabezaba la precandidata a diputada nacional, la abogada porteña Inés Liendo. El resultado todos los sabemos, los salteños volvieron a darle la espalda y sus candidatos perdieron.
Se trata de la segunda derrota del año. La primera fue la paliza electoral en los comicios provinciales de mayo, cuando perdió la intendencia por 17 puntos, en manos de Emiliano Durand. En ese momento, la estrategia había sido debilitar a Juntos por el Cambio en la elección provincial, para facilitar el camino de Bettina Romero para seguir manteniendo el control sobre la Municipalidad de la ciudad de Salta.
¿Ahora qué hará Inés Liendo? Rápidamente decidió saltar de espacio político tras ser derrotada en la interna de Juntos por el Cambio y ahora busca acercarse a Javier Milei.
Ya tiene antecedentes de este tipo de incoherencias. En las elecciones provinciales, Liendo justificó no acompañar a su frente por haber cerrado un acuerdo con Matías Posadas con el principal argumento de que éste respondía al gobierno provincial. Meses después acompañó una lista con Alberto Castillo, titular de REMSa, y justificó su alianza afirmando que este último “nunca fue kirchnerista”.
Los dirigentes locales del pro, del radicalismo y otros aliados locales, volvieron a imponerse y desenmascararon las verdaderas intenciones de la abogada porteña que aterrizó en nuestra Provincia, hace un par de años para servir a los intereses de la familia más rancia de la política local. Mientras tanto los Romero, observan cómo se licúa su poder electoral día tras día y todo parece indicar que en el 2025, después de 40 años, se terminará la presencia de Juan Carlos Romero en el Senado Nacional. Estamos ante el ocaso del romerismo.