El basquetbolista viajaba con otras ocho personas en su helicóptero privado Sikorsky S-76 cuando se desplomó sobre la ciudad de Calabasas, ubicada en el condado de Los Ángeles, California. Todos murieron en el acto, incluida su hija Gianna María.
Tenía 41 años y cuatro hijos. Fue una de las leyendas de Los Ángeles Lakers y llegó a ser comparado con Michael abordan.
Manu Ginobili dijo estar devastado por la noticia.
Estos son los 10 mandamientos de Kobe Bryant para convertirse en la leyenda de la NBA
1-Un ensayo extra en la primera mañana
Una costumbre que comenzó en el secundario y lo trasladó a su tránsito en el profesionalismo: sus días se iniciaban con una primera práctica de 5 a 7 de la mañana.
2-Una lesión no es un obstáculo para entrenarse
En la temporada 99/2000 se rompió la muñeca. Su ex compañero John Celestand contó que al otro día de la lesión llegó al gimnasio para entrenarse y pensó que había sido el primero. Sin embargo… Encontró a Bryant transpirado, con un yeso en el brazo derecho y lanzando con la mano izquierda.
3-El precalentamiento a 100 puntos
Una costumbre que también inauguró en el secundario: jugaba uno contra uno a 100 puntos para calentar el lanzamiento. Cuenta la leyenda que ningún adversario logró convertirle más de 12 puntos.
4-Estadísticas en los entrenamientos
Otra costumbre que arrastraba desde adolescente: contaba los puntos que convertía en las prácticas. Y recién paraba al llegar a los 400.
5-La estricta dieta para estirar su vigencia
Para llegar a los 20 años de carrera (debutó en la NBA en 1996 y la cerró en 2016), llevó adelante una exigente dieta que continuó (a pesar de algunos permitidos) luego de retirado. En su menú no estaban contempladas las azúcares, las harinas (las pizzas incluidas, que estaban entre sus predilectas) y sus derivados. Así acompañó su rigor en los entrenamientos.
6-Teatro de sombras
Le gustaba entrenar distintas jugadas emulándolas, aún sin rivales ni el balón en sus manos. “Llegabas al gimnasio y estaba moviéndose como si estuviese dribleando o tirando, pero no tenía el balón. Él estaba seguro de que era algo que lo ayudaba”, contó Shaquille O’Neal.
7-Constancia con el hielo y acupuntura
Para suavizar el impacto del entrenamiento intensivo y cuidar las articulaciones, Black Mamba se aplicaba hielo tres veces al día por espacio de 20 minutos. Además, de mente abierta, con el correr de su carrera incorporó la práctica de la acupuntura.
8-Los videos, una herramienta clave
Entendía que las imágenes eran clave para corregir errores o diseñar acciones. Por eso, era capaz de sacar su teléfono móvil o la tablet en el vestuario para explicarles a sus compañeros, con espíritu de entrenador, diversas cuestiones relacionadas con el juego o con un movimiento puntual.
9-Autodidacta en los ejercicios
Los días de partido tenía una lista de más de 10 ejercicios de gran exigencia para prepararse; entre ellos, unas flexiones en las que al subir su cuerpo era tal el impulso que tomaba que llegaba a golpearse el pecho con ambas manos antes de volver a descender.
10-Ensayos con rivales random
Todo el tiempo estaba pensando nuevas jugadas para el uno contra uno. Y para sorprender a sus adversarios con sus invenciones, elegía siempre a un compañero diferente tras las prácticas para probarlas.