El 15 de noviembre es la fecha conversada con el Fondo para salir de la cotización mayorista a $350 que se fijó el día después de las PASO. Ahora, vuelven las minidevaluaciones diarias
Este martes 14 de noviembre se cumplen tres meses de la devaluación del 17% que se le aplicó al peso en el mercado oficial el día después de las elecciones primarias, abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) de agosto. Aquel lunes de alto voltaje financiero el Gobierno decidió aliviar algo la presión sobre las reservas internacionales que sufría a diario el Banco Central y, acto seguido, congelar al dólar mayorista en $350 para la venta. El congelamiento tenía fecha de vencimiento y esa caducidad quedó fijada para hoy. Y a partir de mañana, confirman fuentes oficiales, el dólar oficial podría empezar a moverse.
“Es 3% es hasta fin de mes, 3 pesos mañana. Es así de simple, que representa el 1%”, dijeron fuentes oficiales a Infobae. “Del 15 al 30, 3% el crawl. Y el primer día, 3 pesos”, reafirmaron.
La fecha del 15 de noviembre surgió de las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La política económica que conduce Sergio Massa se salió ampliamente del camino marcado por el organismo -las metas de reservas y de déficit se desviaron por varios kilómetros de distancia, las metas monetarias se respetan sólo formalmente y el descontento en Washington ya no se oculta- y es la mínima ofrenda de paz que le queda al ministro y candidato para intentar no romper la relación de cara a lo que podría ser, elecciones mediante, el inicio de su presidencia.
El secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein, fue el encargado de transparentar la fecha casi un mes atrás, cuando desde la oposición se especulaba con una nueva suba del dólar oficial tras las elecciones generales de octubre. “El 23 de octubre el dólar oficial estará en $350. Ya todos se han percatado, en el país y en el exterior, que sin un monto de dólares significativo para controlar el mercado financiero, la maxi deva no sirve. Y desde 15/11 crawl al 3% mensual”, había dicho en su cuenta de X, la red social anteriormente conocida como Twitter.
Lo cierto es que la convicción que mostraban los funcionarios de Economía y del Banco Central un mes atrás se volvió más endeble a medida que la fecha convenida se acercaba. Un crawling peg al 3% mensual -esto es, dejar que el dólar suba 3% cada 30 días a través de minidevaluaciones diarias- no parece algo que vaya a cambiar mucho el frente cambiario. La inflación de octubre fue del 8,3%, poco menos del triple de lo que se va a mover el dólar mayorista. Pero eso no es todo, en los tres meses de congelamiento se anotaron dos meses consecutivos por encima del 12% de avance del IPC.
El atraso del dólar oficial en ese período es sideral. Si se toma el índice UVA para calcular cuánto debería haber subido la divisa en el mercado cambiario mayorista sólo para acompañar el avance del nivel general de precios vemos que la inflación acumuló un avance del 35% entre el 14 de agosto y el 15 de noviembre, día del final del congelamiento. Para volver al nivel de $350 del día después de las PASO, mañana el dólar mayorista debería fijarse en $473 para la venta.
La semana pasada, Massa se encargó de aclarar que nada de eso va a pasar. El movimiento, aseguró, se va a aplicar el ritmo de avance del 3% mensual prorrateado a un día.
“Hay establecido un acuerdo con el Fondo que prevé que el 15 de noviembre, antes del balotaje, empieza el crawl”, dijo.
“Es más, te voy a dar otro dato, el primer día del crawl son tres pesos, para aquellos que especulan con el dólar futuro”, agregó Massa en declaraciones televisivas.
La expectativa, por lo que se filtra de Economía y el Banco Central, es la del nacimiento de un esquema de transición. Puede arrancar este miércoles, puede arrancar el lunes, pero no va a tener mucha incidencia. Se habla de un deslizamiento del dólar que acompañe a la inflación, entre uno dos puntos menos de lo que vaya marcando el IPC cada mes. Pero no es más que un esquema hasta el 10 de diciembre, hasta el cambio de Gobierno. Mucho más determinante, entonces, va a ser lo que pase en las elecciones. Y lo que diga, en su primer discurso, quien resulte ganador.