La consultora Audemus realizó un informe en el que estima el desempeño de cada uno de los sectores de Argentina. Anticipan un apagón productivo con un desplome promedio del 5%. El documento plantea dos escenarios: uno “optimista” y otro “pesimista”, en ambos detectaron caídas en 13 de los 16 sectores. Las únicas actividades para las que se prevén subas son el agro, los hidrocarburos y la pesca. Las caídas más pronunciadas se darían en construcción, industria y comercio.
La recesión ya pega de lleno sobre los indicadores económicos. Un relevamiento de la consultora 1816 en base a distintas fuentes refleja que en enero los muestreos tempranos exhiben caídas generalizadas. Entre los que se destacan está el impuesto a los créditos y débitos, los patentamientos de autos y motos, el índice construya, los despachos de cemento, las ventas minoristas y los préstamos al sector privado, entre otros.
Hacia adelante el panorama no es más alentador. La consultora Audemus realizó un informe con indicadores de actividad y modelizaciones en base al historial del comportamiento de los diferentes rubros. Se trabajó sobre dos escenarios, uno “optimista” y otro “pesimista”, en ambos anticipa caídas para 13 de los 16 sectores productivos durante el 2024.
En este contexto, las únicas categorías que tendrían un desempeño positivo en 2024 son el agro, hidrocarburos y minería y la pesca. Así, las mayores caídas se observarían en construcción (entre -14% y -17%), industria (entre -9% y -11,5%), comercio (entre -11,5% y -9%). Le siguen “otros servicios” con bajas de entre -9,5% y -7,5%, transporte y comunicaciones ( entre -8% y 6,5%).
En el acumulado, la caída promedio de la producción sería de entre -4,9% y -2,8% dependiendo si se trata del escenario optimista o el pesimista. Que se concrete uno o el otro, según la consultora Audemus, depende centralmente de la adquisición de “dólares frescos” que permitan estabilizar la economía durante la segunda mitad del año. En ese sentido explican que “el tipo de cambio puede funcionar como un ancla nominal más fuerte, lo que evitaría una disparada todavía mayor de la inflación”.
Sobre este punto creen que la variación de precios en un escenario optimista, podría alcanzar el 284% interanual con una caída del 1,1% del poder adquisitivo punta a punta, aún partiendo de la baja base de comparación que deja diciembre del 2023. El segundo escenario, prevé carencia de financiamiento externo y supone un tipo de cambio mucho más inestable con una inflación de 572% en el año y una baja superior al 9% punta a punta en el poder adquisitivo.
Dentro del sector manufacturero todavía se percibe cierta heterogeneidad. La agroindustria tendrá un escenario más alentador que el resto, tanto por la mejor cosecha que impactaría positivamente en la molienda, como por ser un consumo básico más inelástico a las recesiones y por depender más de la demanda externa que otras ramas. En contraste, Audemus espera caídas superiores en aquellos rubros que dependen fuertemente del mercado interno y que no son de primera necesidad como la textil-indumentaria, calzado, muebles, juguetes, electrónica y línea blanca, entre otros.
Por último, otros sectores como hoteles y restaurantes, finanzas, electricidad y agua, servicios inmobiliarios y profesionales, enseñanza, salud y servicios domésticos, también sufrirían caídas pronunciadas.