A fines de este mes deja de regir la convergencia establecida a principios de 2021. Por el momento no hay prórroga en la medida ni llegan soluciones a las familias.
El sistema de créditos UVA se creó en el 2016 como un mecanismo de “ahorrar en ladrillos”. En ese momento, la cuota en general no superaba un monto de un alquiler y eso entusiasmó a muchas familias que buscaron acceder a un préstamo para alcanzar el sueño de la casa propia. Pero desde el 2018, con el aumento de la inflación, esas cuotas comenzaron a sufrir fuertes aumentos.
Ahora son miles las personas que apelaron a este tipo de financiamiento y se encuentran una situación crítica. Esto porque a fines de julio vence el régimen de convergencia establecido a principios de 2021 y los más de 105.000 particulares que enfrentarán el pago de una cuota real que, según el caso, viene incrementándose hasta en 6.000 pesos cada mes.
Semejante variación, anticipan los colectivos de afectados, redundará en la multiplicación de las intimaciones que vienen llevando a cabo los bancos.
La convergencia fue fijada por decreto, el cual estableció un 35% como tope de pago de cuota a partir de los ingresos en cada hogar. El cambio de régimen también habilitaría a los bancos para que ejecuten las viviendas sin intermediación judicial. Esto, en los casos de los tomadores del crédito que se atrasen con el pago de tres cuotas consecutivas.
Desde el colectivo Hipotecados UVA explicaron que a través de ese régimen se estableció un prorrateo “de 18 cuotas para la diferencia entre la cuota real y la congelada. Durante estos meses se pagó una cuota ajustada por inflación más la diferencia derivada del congelamiento”.
“Tras este vencimiento vamos a tener la cuota real ya sin ese prorrateo. El problema es que hoy enfrentamos pagos por un capital y una cuota que ha aumentado seis veces en pesos respecto del monto inicial del crédito solicitado y, también, las cuotas que se establecieron al principio”, precisó una referente de la organización.
“Para fines de este año anticipamos más ejecuciones e intimaciones de las que ya hay. Hace dos años ya ocurrieron 800”, añadió, para luego señalar que el cambio que generará el fin de la convergencia continuará manteniendo fuera de toda posibilidad de pago a aquellas familias que, por efecto de la suba incontenible de las cuotas, suman meses sin poder cumplir con el compromiso.
“Incluso con convergencia, las cuotas del crédito vienen aumentando de 4.000 a 6.000 pesos cada mes. Y se multiplican los montos. En mi caso, pedí 1,9 millones de pesos en 2017 y hoy debo más de 12 millones. Mis cuotas pasaron en dos meses de 85.000 pesos a 92.000 en junio”, afirmó la fuente.
Qué dice el decreto
El decreto 767/2020 de Emergencia Pública fue publicado el 25 de septiembre de 2020. Establece para todos los deudores UVA el prorrateo del aumento del valor de la cuota en 18 meses desde el 1° de febrero de 2021 hasta el 31 de julio de 2022 (sistema de convergencia).
Dispone, además, que los bancos “deben considerar la situación de aquellas familias que acrediten que el importe de la cuota a abonar supera el 35 por ciento de sus ingresos y aplicar ese tope para el pago de las cuotas”.
“A esto último, el sistema financiero puso desde su implementación, innumerables trabas a quienes solicitaban este beneficio: desde papeleos interminables y desgastantes, hasta respuestas que incumplen claramente con la normativa, como ofrecer la extensión del plazo del crédito”, expone Hipotecados UVA.
“Arbitrariamente, el decreto aumenta la relación cuota/ingreso, ya que al momento de calificar para acceder al crédito la cuota no podía superar el 25 por ciento de los ingresos”, agrega.
Concluye el comunicado: “Lejos de ser beneficioso para los hipotecados, estos supuestos alivios se han transformado en más deuda, ya que las diferencias tanto por convergencia como por tope de cuota son convertidas a UVA y refinanciadas a pagar a partir de la finalización del crédito, extendiendo así la agonía del deudor”.